2/03/2007

Tinzoloco, El Gnomo Mayor

Primera historia:

* TINZOLOCO, EL GNOMO MAYOR

“Siglos atrás, en las montañas del Tincé, por la ruta
del cóndor, SIE, la diosa del Agua, vivía contemplando
día a día, el canto de los pájaros, el arrullo de la
quebrada, la belleza de los árboles nativos. Un día
sorprendida por la llegada de unos colonos a estas
tierras, decidió irse de montaña en montaña a pedir
ayuda. Muy triste corrió y corrió sin encontrar nada y
cuando volvió se dio cuenta que el bosque estaba
cercado, con una gran malla y que sus amigos habían
quedado atrapados dentro. La Diosa del Agua salió
asustada a buscar el Mago Salmón y este le dijo con su
voz ya cansada y sin alientos que llevaba tantos años
cuidando a Tinzoloco, el gnomo mayor! personaje al cual su
cabellera se le convertía en una cascada, la cual
aceleradamente iba disminuyendo, porque en las partes
altas de la montaña, los hombres malos habían arrazado
los bosques, en donde se escondía el agua lluvia, la
cual bajaba, por entre el musgo, para agrandar la
frondosa cabellera de Tinzoloco. La Diosa del Agua al
ver tan triste y desalentado al envejecido Mago
Salmón, le dijo: No te preocupes, llamaremos a todos
los habitantes de los bosques para ayudarte y es así,
que se congregaron todas las hadas, duendes, gnomos y
una cantidad de animalitos que llenaban de felicidad
al pobre Mago Salmón a pesar de estar encerrados por
esas mallas construídas por los colonos. Mientras esto
sucedía nuestro Gnomo Mayor Tinzoloco, seguía con su
cabellera emanando la brisa que refrescaba, dulce y
permanente, a todos los habitantes de las montañas del
Tincé y donde día tras día calmaban la sed, brincando
de árbol en arbol, columpiándose en los bejucos de
condurangos que abundaban en el lugar y deleitándose
con la música que originaba las cascaditas, cuando
sus aguas se desplazaban por entre las rocas
multicolores.
Un dia se vió a Tinzoloco demasiado, (pero demasiado!)
triste... y a él era raro verlo en ese lamentable estado,
porque a pesar de ir perdiendo su cabellera de lluvia,
no dejaba de ser alegre, siempre cantando
cancioncitas que el inventaba, para hacer coro con los
pajaritos, que tambien endulzaban con sus cantos las
hermosas montañas del Tincé. Cuando una de las haditas,
Victoria del Sol, una mañana lo vió tan mal! Miraba
al suelo con el ánimo bien caido, usaba una gorra
hecha de chusque, pero había botado, desalentado,
todos los hermosos adornos, que las haditas le hacían
con hojas de vira vira, flores de encenillos y de
tunos esmeraldos, florecitas de trompetos y muchas
especies más que lo hacían ver hermoso. Pero cuando
Victoria del Sol le vió quitarse su sombrero, se dió
cuenta que se estaba quedando calvo y recordó la
leyenda que decia : cuando desaparezca la cabellera de
Tinzoloco, morirá tambien la quebradita del Tincé y
tambien morirían de sed todos los habitantes de las
aldeas vecinas por donde ella pasaba. Victoria del
Sol asustada porque se cumpliera la leyenda, decidió
reunir a todos los habitantes del bosque y todos se
comprometieron a sembrar muchos arbolitos alrededor de
la quebrada, para que Tinzoloco no perdiera más su
cabello. Fué así como la quebrada fue creciendo!
surtiendo de agua a todos los habitantes del las
aldeas de Tincelandia y compartiendo con otros pueblos
sus cristalinas aguas. El cielo se llenó de arcoiris
y Tinzoloco lloraba de emoción, mientras el sol lo
acariciaba y los espíritus del bosque lo consentían
con sus arrullos y las hadas, lideradas por Victoria
del Sol danzaban alrededor.”

En la siguiente historia veremos como un personaje del
bosque llamado el TROMPETO DORADO, logró desterrar
los hombres malos que querían apoderarse del bosque.

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